Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.
¡Pecadores, límpiense las manos!
¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!
Santiago 4:7-8
Hace poco tiempo leí la noticia de una familia que, por causa de un
aguacero, quedó atrapada en el fango dentro del automóvil en que
viajaban. Las brigadas de rescate que acudieron en su auxilio no
encontraban la forma de llegar a ellos, pues si lo hacían quedarían
automáticamente atrapadas también. Finalmente alguien dijo: “Solamente
los rescataremos si los hacemos volar sobre el lodo”. Con la ayuda de
fuertes sogas y un helicóptero, fue posible.
Las avalanchas del mal pueden llegar a nosotras por medio de modernos
y novedosos estilos de vida, conceptos revolucionarios acerca de Dios y
su existencia, atractivas propuestas para vivir la feminidad, etcétera.
Frente a esto, la única solución para no contaminamos es ¡volar! Sí,
pasar por encima de las tendencias y las modas, aunque por ello nos
tachen de raras. Dios lo hace posible si se lo permites.
En medio de todas estas corrientes de mal Dios nos dice: “Si fueran
del mundo, el mundo los querría como a los suyos. Pero ustedes no son
del mundo, sino que yo los he escogido de entre el mundo. Por eso el
mundo los aborrece” (Juan 15:19). No podemos quedar atrapadas en la
contaminación terrenal que nos rodea, y si esto sucede, debemos reclamar
la presencia de Dios y esperar en él. Él es el único ser capaz de hacer
posible el vuelo que preservará nuestra vida del mal.
Cualquier circunstancia puede hacemos entrar en contacto con el mal,
pero es por nuestra decisión y con la ayuda de Dios como podemos
apartamos de él.
Amiga, ¡vuela! ¡Vuela en todo momento! Asida con fe a la cuerda de la
oración, que te lleva a la misma presencia de Dios, sigue firme en tus
convicciones, promueve cambios en tu vida acordes a la voluntad del
Señor, muévete hacia las cosas santas que ennoblezcan tu proceder, y sé
un buen ejemplo para las demás. Establece tus propios valores y persiste
en ellos, aunque todos vayan en la dirección contraria. No te dejes
seducir por ideas novedosas que te aparten de Dios. Si sigues estos
consejos, seguramente vas a tener un vuelo placentero.
LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER
ALIENTO PARA CADA DÍA
Por: Erna Alvarado
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