Lee Para el Estudio de esta Semana: Hechos 1:4, 8, 14; Marcos 1:35; Lucas 5:16; Mateo 18:19, 20; 2 Corintios 10:3-5; Salmo 50:23.
Para Memorizar:
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas
cosas a los que le pidan?” (Mat. 7:11).
DIOS SE MUEVE CON PODER cuando su pueblo ora. Alfred Lord Tennyson
estaba en lo cierto cuando dijo: “Más cosas se realizan con la oración
de lo que este mundo sueña”. Los grandes reavivamientos descritos en
todas las Escrituras estuvieron saturados de oración. El Antiguo
Testamento registra la intercesión de los patriarcas y los profetas
mientras procuraban lograr un reavivamiento. Moisés, David y Daniel
suplicaron poder del Todopoderoso. El libro de los Hechos revela que los
creyentes del Nuevo Testamento imploraron sobre sus rodillas el
derramamiento del Espíritu Santo.
La vida de oración de Jesús revela una dependencia constante de su
Padre celestial. Los evangelios nos dan vislumbres de la fuente de su
poder espiritual. Sobre sus rodillas, solo con el Padre, el Salvador
recibió su mayor fortaleza.
“Solo en respuesta a la oración debe esperarse un reavivamiento” (MS
1:141). En la lección de esta semana, exploraremos el lugar que tuvo la
oración en algunos de los grandes reavivamientos de la Biblia.
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